miércoles, 25 de septiembre de 2013

Capítulo 22-De los secretarios del príncipe



La decisión de coger buenos o malos ministros dependerá de la virtud del príncipe: si uno está rodeado por hombres capaces y fieles, el que los ha escogido será tenido por sabio [como cuando Padolfo Petrucci escogió como ministro al sabio Antonio da Venafro].
Hay tres clases de cerebro: El que discierne por sí solo, el que no discierne pero entiende lo que los otros disciernen y el que ni discierne ni entiende lo que los otros disciernen. Un príncipe con el primer cerebro, podrá corregir a un ministro ya que entenderá sus actos y este último, al saber que no podrá engañar a su superior, se mantendrá honesto y fiel.
Un ministro no será bueno cuando no piensa más que en él y sacar provecho, ya que los que tienen en manos el Estado de  otro jamás deben pensar en sí mismos. Entonces el príncipe debe actuar, al mismo tiempo que debe felicitar a aquellos que sí hagan bien su labor.

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