miércoles, 25 de septiembre de 2013

Capítulo 19-De qué modo debe evitarse ser despreciado y odiado



El príncipe debe evitar a toda costa huir de los motivos que lo conviertan en despreciable y odioso. El ser odioso puede venir de que el príncipe expolie los bienes de sus súbditos como se ha comentado anteriormente. Algunos defectos hacen ser despreciable, como voluble, afeminado, frívolo, pusilánime o irresoluto; para acabar con ello, debe realizar actos a los que se les atribuya grandeza, valentía, seriedad y fuerza. Contra aquel que es querido por los suyos pocas conspiraciones hay.
Un príncipe debe temer dos cosas: que se le subleven los súbditos o que le ataquen las potencias extranjeras. En el exterior las cosas irán bien cuando haya buenas alianzas y se disponga de armas, y si en el exterior las cosas van bien, también lo irán dentro del Estado.
Para evitar conspiraciones, lo único que debe hacer el príncipe es evitar ser odiado o despreciado teniendo satisfecho al pueblo. Esto es eficaz porque los conspiradores quieren llevar a cabo sus acciones solo porque creen que el pueblo quedará contento con la muerte del príncipe, y si ve que no surgirá tal consecuencia, no llevará a cabo sus actos ya que los peligros que lo envolverían serían innumerables. Un ejemplo de conspiración fracasada fue la que llevaron a cabo los Canneschi, que asesinaron a Micer Aníbal Bentivoglio, príncipe de Bolonia, y familiares del cual solo quedo micer Juan cuando aún era una criatura. Entonces el pueblo de Bolonia se sublevó y exterminó a todos los Canneschi. El pueblo esperó y acabó teniendo a micer Juan como mandatario.
Los príncipes más sabios, han podido mantener satisfecho al pueblo y a la vez no tener enfadado a los nobles [como en Francia, que crearon el Parlamento]. Maquiavelo en este punto contesta a aquellos que dijeron que entonces como es que muchos emperadores romanos cayeron si cumplieron esto. Esta cuestión se puede resumir muy brevemente (leed esta parte para daros por enterados completamente) en que entonces había un tercer grupo de vital importancia formado por los soldados y su codicia, y tener contentos a todas las partes era realmente difícil, ya que el pueblo buscaba calma y los soldados guerra, por lo que al final eran odiados. Comenta que ahora el pueblo es más poderoso que los soldados, excepto en el caso del Turco (acompañado por un número muy elevado de tropas que guardan la seguridad) y del Sultán (su Estado está dirigido por los militares).

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