miércoles, 25 de septiembre de 2013

Capítulo 20-Si las fortalezas, y muchas otras cosas que los príncipes hacen con frecuencia, son útiles o no



Los príncipes nuevos normalmente han armado a sus súbitos desarmados, para así convertir las armas del pueblo en las del príncipe. Eso sí, es imposible armarlos a todos, así que los que resultan armados, se distinguen de los demás (más tranquilos), ya que se reconocen deudores al príncipe y se ven más obligados a él; los demás ven bien que tengan esos privilegios al tener también más obligaciones. El problema recae cuando alguno desarma a sus súbditos; el pueblo ofendido se cree que su príncipe no tiene confianza en ellos. Además, como un príncipe no puede quedar desarmado, recurre a milicias mercenarias (con los defectos ya dichos), que por muy numerosas que sean, no pueden mantener a raya al pueblo y a los enemigos extranjeros a la vez. Existe la excepción eso sí, que un príncipe desarme un Estado que haya adquirido recientemente al que ya adquiría.
A veces se ha tenido al pueblo ocupado enfrentándose entre ellos para que no se unan contra el enemigo común (el conquistador reciente), como hacían los venecianos, que fomentaban en ciudades conquistados la creación de güelfos y gibelinos. Un príncipe fuerte en cambio, no dejará que se creen estas divisiones, ya que le afectarían negativamente en tiempos de guerra.
Los grandes príncipes surgen cuando utilizan sus habilidades para aprovechar las ocasiones y han ganado fama.
Los príncipes, han encontrado más utilidad en aquellos miembros que al principio de su gobierno les parecían que no les eran fieles, y esto se debe a que los hombres que al principio de un reinado han sido enemigos, si después han necesitado apoyo ajeno, el príncipe los ha podido conquistar a su causa y entonces lo servirán con mucha más fidelidad, ya que necesitarán hacer una muy buena obra para borrar la imagen de haber desconfiado de él al principio. En cambio, puede ser que aquellos que se habían mostrado fieles al principio, por demasiado fieles hayan olvidado sus obligaciones.
Algunos príncipes han construido fortalezas con la esperanza de protegerse, pero el autor dice que en sus tiempos se han destruido muchas, por lo que deduce que las fortalezas pueden ser útiles o no según el caso: el príncipe que teme más al pueblo que a los extranjeros debe construir fortalezas, mientras que el que teme más a los extranjeros que al pueblo no debe construirlas

20 comentarios:

  1. POR CIERTO
    MUY BUEN RESUMEN GRACIAS

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  2. Gracias, bobas las que comentan BTS
    No se q le ven a esos orribles cantantuchos coreanos.

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    Respuestas
    1. Primero aprende a escribir bien, *horrible

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    2. nada que ver, y esa ortografía???

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  3. Respuestas
    1. te vamos a matar

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    2. Es maquiavelico meditar a solas cuando tu viviste todo con ella

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    3. Como una voz que te dice que a las estrellas un dedo no puede ocultar, no

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